Fotografía de Iñaki Porto.
Solos frente a frente. El corredor dispone de sus piernas y de su astucia. La única protección es un periódico enrollado para llamar la atención del toro. El animal dispone de sus finas astas y de su fuerza y potencia. En el momento de hacer el recorte debe de mirar para todos los lados, buscar una salida por si el toro le gana en la carrera. Cuando un morlaco se queda suelto en mitad del recorrido del encierro, los mozos se afanan por llevarlo hasta la plaza. Es una misión peligrosa. En las fiestas de San Fermín son una quincena los muertos que ha dejado esta popular carrera.
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