domingo, 6 de enero de 2013

Zezensuzko o Toro de Fuego


Fotografía de Jesús Sarriés.

Nunca fui un gran corredor del encierro. Siempre participé como un extra en un Péplum histórico, como un figurante que aplaudía en las carreras de cuadrigas o que peleaba allá la fondo en una batalla épica. Esto es lo que hacia en el encierro: caerme, joderme los codos, correr a la par, detrás, pero delante, lo que se dice delante, nunca. Por eso mi historia como corredor fue breve y pasó sin pena ni gloria.

Ahora el único encierro que corro en San Fermín es el del Zezensuzko o Toro de Fuego. Allí y de la mano con mi hijo, protagonizamos bonitas carreras muy cerca de las bengalas y de las astas. Es emocionante y esta atípica pero magnífica foto de Jesús Sarriés, describe muy bien el ambiente. El humo y fuego se apoderan de la calle en un rito para chicos y mayores. 

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