Fotografía de Jesús Sarriés.
Los sanfermines son unas fiestas para cantar y bailar. Con el alcohol circulando por todas las venas del cuerpo las pasiones se desatan. El más torpe se convierte en un desinhibido bailarín y con el pecho al descubierto inicia la danza: de guerra, de apareamiento o de adopción en su comunidad. Nuestro amigo Jesús estuvo allí para retratar este primitivo baile.
Me gustaría decir que las imágenes de Jesús Sarriés desprenden una fuerza particular. Lo importante no es la técnica, ni el grano, ni si hay rayas o pelos en el positivo (en este caso la foto está inmaculada), ni siquiera intentar agradar a los demás. Él hace fotos para sí mismo, para relacionarse y comunicarse. Es fotografía en estado puro, bastante más contundente y atractiva que la de pretendidos artistas que hacen de su obra algo formalmente correcto pero bastante aburrido. No copia a nadie. Le seguiremos la pista.
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